El origen de la crème anglaise, o crema inglesa, se remonta a las prácticas culinarias del mundo anglosajón de mediados del siglo XIX. En esta época estaba muy extendida la costumbre de preparar postres con diversas mezclas de nata llamadas creme boiled, que se utilizaban tanto como postre y acompañamiento. La receta consistía en calentar leche, nata y azúcar y añadir yemas de huevo batidas. La mezcla se cocía a fuego lento hasta que espesaba. El resultado final se traducía en una salsa delicada y dulce, aromatizada en su momento con canela, nuez moscada o vainilla.
Esta crema es una variante de la famosa crème pâtissière francesa. Su historia está ligada a la influencia del famoso chef francés Auguste Escoffier que, durante su carrera como jefe de cocina del prestigioso Hotel Savoy de Londres, transformó la crème pâtissière, una crema densa y estructurada típica de la pastelería francesa, en una versión más ligera y fluida que hoy se conoce como creme anglaise o crema inglesa o English custard.
receta crema inglesa
Empecemos por enumerar los ingredientes, para pasar después a una descripción detallada de los pasos a seguir en la preparación, algunos consejos de conservación y las mejores formas de disfrutar de la crema.
Ingredientes
- Leche entera - 460 gramos o 2 tazas
- Vaina de vainilla (partida y raspada) - 1 vaina de vainilla
- Azúcar glas - 115 gramos o ½ taza
- Yema de huevo - 115 gramos o ½ taza
Antes de empezar a cocinar la crema inglesa, si quieres puedes echar un vistazo al vocabulario de cocina en inglés. Además, puedes unirte a la comunidad de españoles que están aprendiendo inglés suscribiéndote a nuestro canal de Whatsapp y recibirás un ejercicio interactivo diario para poner a prueba tus habilidades lingüísticas anywhere and anytime.
Preparación de la crema inglesa
- Corta la vaina de vainilla y saca la pulpa.Córtala por la mitad longitudinalmente con un cuchillo afilado, vacía la vaina y guarda la pulpa de vainilla.
- Separa las claras de las yemas Coge dos recipientes, uno para las claras y otro para las yemas. Rompe la cáscara del huevo y pon las yemas en el recipiente sin dejar caer las claras. En esta receta sólo se necesitan las yemas, pero las claras se pueden guardar para preparar otro postre, como por ejemplo merengues.
- Bate juntos el azúcar, las yemas de huevo y la pulpa de vainilla. En el bol de las yemas, añade el azúcar y la pulpa de vainilla extraída. Batie enérgicamente hasta que la mezcla adquiera un color amarillo claro y esté espumosa.
- Vierte la leche con la vaina de vainilla vacía en el cazo y caliéntalo a fuego lento. No introducir la vaina de vainilla entera para evitar que la leche recalentada y la pulpa de vainilla se aglutinen. Calienta a fuego medio-bajo y remueve con un batidor. Verás que la crema, a diferencia de la crema pastelera, no se pega porque es muy líquida, ya que no contiene harina ni maicena.
Take a note! Lo ideal es que la temperatura no supere los 85 °C. Si no se dispone de termómetro de cocina, se puede coger una cuchara de madera y remover la crema hasta que se forme una capa de leche en la cuchara, momento en el que la crema habrá alcanzado la consistencia deseada. Precaución: La preparación de la crema inglesa es delicada. Una temperatura demasiado alta puede hacer que las yemas se cuajen y estropeen la crema. Por lo tanto, ¡no dejes que la salsa se caliente demasiado o podría cuajarse! |
- Retira la cazuela del fuego y pon la crema al baño maría. Coloca el cazo caliente con la crema en un recipiente con agua y hielo y deja enfriar.
Conservación
Una vez que la crema se haya enfriado, cúbrela y guárdala en el frigorífico hasta el momento de utilizarla. Se mantiene en el frigorífico hasta 3 o 4 días.
Cómo servir la crema inglesa
La crema inglesa es una de las cremas pasteleras básicas. Es una crema ligera que se elabora con muy pocos ingredientes, como leche, azúcar y yema de huevo. En cocina, es bueno poder experimentar, así que si quieres, puedes añadir a la crema tus ingredientes favoritos, como chocolate, licores o fruta.
Una forma clásica de servir la crema inglesa es con un trozo de tarta, ya que crea una deliciosa combinación de sabores y texturas diferentes.
Si prefieres una versión más ligera y elegante, sirve la crema inglesa con fruta troceada. Cualquier tipo de fruta, desde fresas a moras, cerezas, mango o papaya, es buena para acompañar la crema.