5 consejos para no olvidar el inglés que aprendemos

Para que la información se nos quede grabada de forma permanente, tenemos que repasarla constantemente. Aquí te doy algunos consejos sobre cómo incorporar ese repaso a tu día a día.

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Tips para no olvidar el inglés que aprendemos
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A finales del siglo XIX, un alemán con una gran barba y un gran interés por la ciencia decidió llevar a cabo un experimento. Para los rigurosos estándares científicos actuales, su experimento fue notablemente defectuoso, pero aún podemos ver pruebas de su trabajo en miles de páginas web de todo el mundo.

La curva del olvido Herman Ebbinghaus

Este hombre se llamaba Herman Ebbinghaus y se interesaba por la memoria. O, mejor aún, por lo mala que es y lo fácil que se nos olvidan las cosas. A pesar de que su experimento se llevó a cabo en su casa, con él solo como participante y como investigador, tenemos que saludar a Ebbinghaus por intentar poner a prueba la capacidad de la memoria.

¿Qué hizo Ebbinghaus?

Ebbinghaus creó largas listas de palabras sin sentido en alemán. Eran palabras de una sílaba y sin significado. No quería que tuvieran significado porque le interesaba saber hasta qué punto somos capaces de recordar y (aquí viene la parte científica) no quería que sus resultados se vieran influidos por el hecho de que algunas palabras son más fáciles de recordar que otras porque pueden representar imágenes que son intrínsecamente más fáciles de recordar.

Una vez que tuvo su larga lista de palabras sin sentido, se sentó e intentó aprenderlas. Una vez hecho esto, se puso a prueba para ver cuántas podía recordar. Se puso a prueba inmediatamente después de aprender. Una hora después. Un día después de aprender. Dos días después de aprender .....hasta siete días después de aprender.

Los resultados mostraron que, inmediatamente después de aprender, recordaba más del 90% de las palabras, pero siete días después había olvidado el 80%.

¿Cuál fue su conclusión?

Con el tiempo olvidamos la información. Ebbinghaus descubrió que hasta el 80% de la información que aprendemos puede olvidarse al cabo de una semana. Esto significa que si tienes clase de inglés los lunes y apuntas una lista del vocabulario nuevo que surge en clase, sólo recordarás hasta el 20% de las palabras la semana siguiente. No es una estadística alentadora.

Ebbinghaus llamó a esta tendencia al olvido, La curva del olvido. Aunque sus conclusiones puedan parecer obvias, fue la primera persona en demostrar "científicamente" que olvidamos la información con el paso del tiempo. Y no se limitó a la curva del olvido. Ebbinghaus añadió algo a su experimento.

Este añadido es lo que nos da esperanza como estudiantes. Lo que hizo fue añadir revisiones esporádicas, es decir, se permitió revisar las listas a lo largo del tiempo. Después se puso a prueba a sí mismo. Descubrió que las revisiones repetidas hacían que la curva de olvido fuera cada vez más plana cuanto más revisaba la lista de palabras.

Así, concluyó que cuanto más repasamos, menos olvidamos. De nuevo, es cierto que esto puede parecer obvio, pero creo que (irónicamente) nos olvidamos de añadir este elemento a nuestro aprendizaje. Hacemos listas de vocabulario nuevo, o listas de elementos gramaticales nuevos, pero añadir y añadir información a las listas sin repasarlas significa que sólo estamos aprendiendo nueva información temporalmente. Para que la información se fije de forma permanente, tenemos que repasarla o revisarla constantemente. Aquí te damos algunos consejos sobre cómo incorporar el repaso a tu día a día.

Consejos para repasar

Repasar no tiene por qué significar sentarse frente al ordenador. He aquí algunas formas diferentes de repasar algo que queremos aprender, ya sea una lista de vocabulario nuevo, el orden de una presentación o una fórmula matemática.

  1. Grabación de mensajes de voz
    Graba un mensaje de voz con la información que quieres aprender y reprodúcelo cuando estés en el autobús o paseando al perro. Estos breves repasos evitan que tengas que interrumpir lo que estás haciendo y pueden repetirse tantas veces como sea necesario.

  2. Fotos
    Haz fotos de tus notas para poder repasar la información siempre que tengas un momento libre. No tiene por qué ser un proceso largo; repasar es simplemente volver sobre la información para profundizar en la memoria.

  3. Inteligencia artificial
    Utiliza una herramienta de inteligencia artificial para generar ejercicios y ponerte a prueba con la información. Por ejemplo, puedes introducir una lista de vocabulario en ChatGPT y pedirle que genere un ejercicio para practicar. También puedes pedirle que genere la clave de respuestas. Hacer tus propios tests personalizados puede ser una buena forma de repasar.

  4. Enseñar
    Compartir con otra persona lo que se está aprendiendo es una forma estupenda de compartir conocimientos y reforzarlos al mismo tiempo. Tenemos que saber realmente de qué estamos hablando si intentamos enseñárselo a otra persona.

  5. Mapas mentales
    Hacer algo visual con la nueva información es estupendo para hacerla más recordable. Esto se debe a que estimula la corteza visual del cerebro. Nuestros recuerdos visuales tienden a ser fuertes y crear un elemento visual con información nueva ayuda a consolidarla en nuestra memoria.

Prueba algunos de estos métodos de repaso y a ver si conseguimos que la curva del olvido de Ebbinghaus sea lo más plana posible.

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