Con una sólida formación académica en traducción e interpretación, Izaskun Santana es una experimentada intérprete simultánea en diversas especialidades: interpretación jurada, biosanitaria, científico-técnica y literaria.
En esta entrevista nos explica qué es un intérprete simultáneo, los retos a los que se enfrenta a diario en su trabajo, la importancia de la formación académica y las habilidades que debe desarrollar un intérprete para destacar en un mercado laboral en constante cambio.
También reflexiona sobre el impacto de la tecnología, la inteligencia artificial y la digitalización en su campo, y ofrece valiosas recomendaciones para quienes aspiran a seguir una carrera como intérprete.
Empezamos preguntando por los aspectos más esenciales, como por ejemplo qué formación se necesita para ser traductora simultánea.
¿Qué formación es necesaria para ser intérprete simultánea y cómo te ha ayudado tu formación académica a orientarte hacia el mercado laboral?
Creo que realizar estudios superiores en traducción e interpretación es necesario para llegar a conocer desde dentro el mundo de la traducción simultánea, ya que las instituciones universitarias cuentan con una gran variedad de recursos para adquirir las destrezas necesarias. Tienen cabinas de interpretación, jornadas formativas, sesiones teórico-prácticas para aprender a interpretar correctamente a un ponente y saber transmitir su mensaje con rigor y eficacia. Los docentes cuentan con experiencia y mecanismos que nos transmiten para poder realizar esas funciones con los mejores resultados.
¿Cómo es el paso de la formación académica a la práctica profesional?
Al principio fue complicado, porque debemos entender que una conferencia, un simposio, un congreso o una charla siempre ha sido organizada al detalle por una institución que suele contratar a profesionales con mucha experiencia. Por este motivo, cuando acabas de salir de la facultad no les resulta fácil depositar esa confianza y temen que la situación te intimide y te puedan traicionar los nervios o afloren las inseguridades.
En la traducción simultánea entender mal un mensaje y traducirlo con ese error, no es algo que puedas corregir en ese momento y queda como una mancha difícil de borrar.
Tenemos que tener en cuenta que la traducción simultánea no debe tener errores y, si los tiene, no se pueden subsanar fácilmente. Tergiversar un mensaje, entenderlo mal y traducirlo con ese error no es algo que puedas corregir y queda como una mancha difícil de borrar.
Los intérpretes lo sabemos y siempre tenemos esa carga añadida de responsabilidad. Nos esforzamos en ser extremadamente cuidadosos y atentos a la hora de traducir un discurso, pero que debe llegar a los oyentes en perfectas condiciones de veracidad.
¿Cómo es una jornada típica para ti como intérprete simultánea?
Dependiendo de la situación o de la ocasión, pueden ser jornadas de todo un día en un Palacio de Congresos o en el auditorio de una universidad, y tener dos o tres sesiones de traducción simultánea. Lo mismo te toca estar todo un día, ir sólo por la tarde o sólo en las horas de la mañana. Dependerá de cuándo exponga tu ponente, de qué horario tiene su charla o su presentación. Siempre debes estar antes, conocerlo, charlar un poco y luego ya, a la cabina.
¿Qué tan importante es la resolución de problemas en tu trabajo como interprete simultánea?
Por suerte, no he tenido demasiados problemas como intérprete simultánea. Alguna vez me ha pasado que la cabina no estaba bien insonorizada y recibía ruidos del exterior y en una ocasión se estropeó el micro del ponente. Recuerdo que ese día me puse muy nerviosa, porque él ya había empezado a hablar. Menos mal que nos dimos cuenta desde el momento del saludo y todo se solucionó después de esa pequeña, pero intensa incidencia.
¿Podrías compartir algún ejemplo de cómo has manejado una situación compleja o inesperada?
Debo decir que las situaciones complejas vienen cuando los ponentes no tienen experiencia en charlas o jornadas, porque no están acostumbrados a trabajar con intérpretes y se expresan como si los oyentes no fuesen extranjeros. Es decir, no tienen experiencia a la hora de trabajar con traductores y, o bien hablan muy deprisa, o bien no vocalizan. Esto sólo me ocurrió en dos ocasiones, pero lo solucioné atendiendo al mensaje principal de la ponencia, que quedó intacto.
Otra situación que nos suele pasar es el tema de los acentos muy cerrados o las dicciones muy abruptas de los ponentes. Por suerte, no es muy común, pero me ha pasado más de una vez que el interlocutor tiene un acento cerrado y ahí he tenido que echar mano de la experiencia con esos hablantes y del conocimiento de esas formas de expresión.
¿En qué medida consideras que la creatividad juega un papel clave en la interpretación?
Creo que es algo fundamental en algunas ocasiones, sobre todo cuando tienes que traducir bromas, chistes o comentarios que el ponente hace para quitar hierro a su exposición o para buscar un momento agradable con quienes le están escuchando. Muchas veces, desde un punto de vista cultural, lo que acaba de decir puede que no le haga especial gracia a un público español o viceversa. Ahí tienes que recurrir a lo que conoces de los asistentes y buscar una forma de expresar algo que a los oyentes les parezca simpático en ese momento. Te toca estar muy despierto y agudizar la atención y el ingenio.
¿Cómo logras equilibrar la fidelidad al mensaje original con la necesidad de adaptarlo a la lengua de destino?
Normalmente, el discurso te hace todo el trabajo y cuando son charlas o ponencias de carácter aséptico no tienes mayor dificultad. Si tienes por ejemplo que participar como traductor simultáneo en una conferencia sobre el cambio climático, la criptomoneda, o las energías limpias, hablamos de temas muy crudos que no tienen más dificultad que el dominio del léxico y las estructuras propias.
Es más complicado, para mí, cuando no hay tanto lenguaje específico. Algo que nos pasa con temas de autoayuda, consejos de hábitos de vida saludable, estética o imagen personal. En esas ocasiones, los ponentes suelen salirse con frecuencia del tema central y divagar contando anécdotas personales, por lo que ahí debemos ser igualmente rigurosos y transmitir esos mensajes a la lengua de los asistentes procurando que lleguen sin distorsión.
¿Cómo te preparas para interpretar temas técnicos o complejos que quizás no dominas?
Siempre he sido muy coherente con eso de meterme en jardines en los que no conozco las flores. Lo he hecho muy pocas veces, porque no quisiera verme en una situación comprometida de inseguridad porque no entiendo lo que escucho. Si en la traducción de documentos debemos entender lo que leemos para poder traducirlo, en una situación de "aquí y ahora" debe ser igual o, al menos, asegurarte de que vas a dar el salto con red.
Recuerdo una ocasión en la que no encontraban traductor para una jornada en un Jardín Botánico y venía un experto para tratar un tema de especies endémicas y autóctonas que se estaban perdiendo en el Amazonas. Jamás había participado de una ponencia de botánica. Es algo que te da un cierto vértigo, pero me lancé, ya que era un discurso de carácter científico igualmente y salió bien, pero es cierto que me lo pensé porque nunca en mi vida había hecho algo relacionado con esa temática.
Además de los conocimientos lingüísticos, ¿qué otras competencias, por ejemplo emocionales, se necesitan para este trabajo?
Las competencias clave en este campo incluyen la especialización continua, el reciclaje constante de conocimientos, la práctica constante y, por supuesto, el dominio del léxico especializado. Además, desde el punto de vista emocional, es esencial saber gestionar las inseguridades, mantener la confianza en uno mismo y la capacidad de trasladar el mensaje de forma clara y precisa. Es fundamental tener la certeza de que el mensaje del ponente será comprendido en su totalidad por la audiencia, sin dejar nada sin traducir ni distorsionar, y que lo que se expone se transmite con la misma efectividad que el mensaje original.
¿Qué piensas del impacto de la digitalización y la inteligencia artificial en el campo de la interpretación simultánea?
La tecnología en mi caso ha sido una aliada en el sentido de que los recursos físicos están hoy mucho mejor que hace años, hablo del sistema de micrófonos, cascos, insonorización etc.
La inteligencia artificial es otra cosa, ¿quién sabe? Tal vez algún día haya traductores simultáneos robóticos que lo traduzcan todo con eficacia, rigor y con veracidad. Si ese día tiene que llegar, llegará.
Personalmente soy un poco tradicional en ese sentido, pero prefiero que un médico sea quien me opere y luego venga a hacer un seguimiento para saber cómo me siento. En la interpretación pasa lo mismo. En las jornadas o congresos, tienes la oportunidad de conocer a muchas personas, compartir experiencias e interactuar con los ponentes.
En el dominio del inglés seguimos muy por detrás de países como Alemania y ni qué decir de los países nórdicos, en los que toda la población domina el inglés casi a nivel nativo, lo cual creo que es maravilloso.
Siempre solemos conversar antes y después de la sesión, y para mí, eso es algo muy positivo. Muchas veces, los ponentes me preguntan cosas como: "¿Qué tal lo hice?", "¿Me entendiste bien?" En esos momentos, un robot no podría dar la misma respuesta. La interacción humana tiene algo que la inteligencia artificial aún no puede reemplazar: la emoción y la empatía.
En última instancia, sería mejor buscar un equilibrio entre el progreso, el perfeccionamiento y el trabajo humano como medio de interacción.
¿Cómo ves la salud del inglés en España? ¿Cuál es el nivel medio de la población en este idioma?
El nivel de inglés en España es muy dispar, yo diría que estamos en un B1 del Marco Común Europeo de Referencia y siempre que nos refiramos a un baremo de edad de entre 25 - 40 años. Por supuesto, hay excepciones con aquellas personas que desarrollan su actividad profesional en entornos laborales donde el inglés es requisito indispensable, como puede ser la banca, el marketing o la publicidad. Ahí podemos hablar de un nivel competencial avanzado, entre un B2 y un C1.
Las cosas están mejorando, en mi opinión, y ya exigen un nivel intermedio de este idioma en empleos en los que antes se fiaban de que entendieras y supieras responder con un mínimo de coherencia. Aún queda mucho camino por delante, ya que seguimos muy por detrás de países como Alemania y ni qué decir de los países nórdicos en los que toda la población domina el inglés casi a nivel nativo, lo cual, creo que es maravilloso.
Para finalizar, ¿Qué les dirías a los futuros intérpretes sobre el mercado laboral y cuáles son tus mejores deseos para su carrera profesional?
El mercado laboral fluctúa mucho, hay épocas en que te es difícil organizarte y épocas de más sequía en participación y oportunidades. Lo bueno es empezar, hacerlo bien, que se queden con tu nombre, que les haya gustado tu participación para que cuenten contigo nuevamente. Esto es una carrera de fondo, que lleva su tiempo y que hay que hacer con mimo, con ilusión y con una pizca de terquedad. Eso sí, merece la pena.