En 1995 daba clases de inglés en una escuela de idiomas de Londres. Como parte de mi trabajo, tenía que ser evaluada por el director de estudios. En mi primera evaluación en la escuela, la clase fue muy bien. Era un grupo de unos 15 adultos de varios países: Alemania, Japón, Brasil, Italia y España. Me desenvolví a la perfección. Incluso hice reír a los alumnos varias veces. Estaba totalmente segura de que lo había clavado. Me equivoqué.
Cuando los alumnos salieron de clase, me di cuenta de que el director de estudios no sonreía. Sabía que teníamos unos minutos para comentar antes de que empezara la siguiente clase, así que me dirigí hacia él para sentarme. Me miró con expresión seria y me dijo. "Sabes que en Manchester y en la mayor parte del norte de Inglaterra pronunciamos la palabra 'b-u-s' como /bʊs/ no /bʌs/". Tragué con fuerza y el sudor empezó a brotarme en la frente.
Durante mi clase había hecho una sesión muy teatral "taladrando" la palabra "autobús" con el grupo ("taladrar" es la palabra técnica para practicar repetidamente la pronunciación de una palabra una y otra vez). Había insistido en que los alumnos dejaran caer la mandíbula al pronunciar la palabra para conseguir ese sonido de vocal abierta. Corregía a cualquiera que se atreviera a pronunciarla sin dejar caer la mandíbula, como solían hacer los españoles y los italianos. Básicamente, había corregido a cualquiera de esos estudiantes que hubiera dicho la palabra como mi jefe, un inglés nativo de Manchester.
Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía razón. En muchas partes del Reino Unido, ese sonido de vocal abierta no sólo es escaso, sino que apenas existe. Entonces, ¿por qué hacer tanto hincapié en él?
Por suerte, el resto de los comentarios fueron buenos, pero siempre he recordado esa conversación y he sido testigo a lo largo de los años de esa insistencia en forzar el acento del sur de Inglaterra en muchos de nuestros desprevenidos alumnos. Hoy en día, tanto los académicos como los estudiantes de inglés hablan de esto. ¿Debería ser el acento de un hablante nativo el objetivo y, en caso afirmativo, cuál de los acentos? Para mí, es un alivio tener esta conversación y aquí les diré por qué.
Hablar inglés con el acento de una persona nativa angloparlante
El inglés es la segunda lengua más hablada del mundo. Con aproximadamente 1.500 millones de personas que hablan inglés como segunda lengua, supera con creces a los 400 millones de hablantes nativos. La gente aprende inglés por varias razones: para progresar en su carrera, viajar, estudiar o simplemente para relacionarse con otras personas de todo el mundo. Es la lengua extranjera a la que recurren personas de todo el mundo.
Entonces, ¿es realmente necesario hablar como un nativo? La respuesta es no. Lo más importante es ser claro y comprensible. La pronunciación sólo se convierte en un problema cuando la forma de decirlo se aleja tanto de la manera en que "debería decirse" que resulta irreconocible para el oyente. Un ejemplo claro es la pronunciación de los verbos regulares en pasado simple. La mayoría de los verbos (los que no terminan en 't' o 'd') no tienen una sílaba de más en la pronunciación, aunque se haya añadido 'ed' al final.
Por ejemplo, el verbo talk tiene una sílaba. Para ponerlo en pasado, añadimos 'ed' al final. Sin embargo, no añadimos una sílaba más: talk = 1 sílaba / talked = 1 sílaba (si quieres tener claro cómo pronunciar el "ed" al final de las palabras, lee Entre “needed” y “loved”: cómo pronunciar la terminación -ed, esa es la cuestión en inglés). En cuanto a la pronunciación, si a este verbo le añades una sílaba estarás pronunciando de forma muy diferente a como debería pronunciarse, así que el oyente probablemente no te entenderá, sea de Helsinki, Tokio o Manchester.
Las investigaciones indican que hay una edad óptima para adquirir una segunda lengua de manera que se parezca mucho a la pronunciación nativa, lo que suele denominarse "periodo crítico". En general, se cree que este periodo crítico termina en torno a los siete años. Más allá de esta edad, aunque todavía es posible aprender un nuevo idioma con fluidez, la probabilidad de hablarlo sin acento disminuye considerablemente.
Una azafata italiana, un director de marketing japonés, un dependiente finlandés, un camarero español y un guía turístico francés utilizan el inglés en su trabajo. Su principal objetivo es comunicarse con claridad con un público diverso. En estas situaciones, hay que centrarse en una comunicación eficaz en lugar de intentar borrar todo rastro de acento extranjero. Esto no significa que debamos abandonar toda esperanza de trabajar la pronunciación, aunque tener un acento puede verse como algo exótico y emocionante, si dificulta la comunicación se convierte en una barrera.
Entonces, ¿es necesario hablar como un nativo?
Aunque hablar como un nativo puede ser un objetivo admirable para algunos, no es en absoluto una necesidad para comunicarse eficazmente en inglés. La pronunciación sólo importa en la medida en que afecta a la claridad y a la comprensión mutua. Nuestro objetivo es que nos entiendan y comprender. Por eso es importante centrarse en la pronunciación.
El rico tapiz de acentos ingleses en todo el mundo y dentro de países como el propio Reino Unido demuestra que no existe una única forma "correcta" de hablar el idioma. A menos que seas un espía que necesita infiltrarse en una comunidad de hablantes nativos de inglés sin ser detectado, no necesitas tener el objetivo poco realista de intentar deshacerte de tu acento.
En lugar de eso, acepta la diversidad de acentos que hablan los otros 1.500 millones de personas de todo el mundo. Hablar inglés es un medio para comunicarse con la gente sea de donde sea, Sydney, Calcuta, Varsovia, Roma o Bilbao. Mientras consigas llegar en autobús al lugar adecuado utilizando el inglés como vehículo, habrás triunfado.