A menudo se piensa en Londres como la eterna capital de Inglaterra, pero en realidad, a lo largo de la historia algunas capitales se han trasladado como consecuencia de conquistas territoriales, cambios políticos o porque se convirtieron en el centro estratégico de una región. Uno de los ejemplos más destacados es Winchester, que fue capital de Inglaterra en la época anglosajona.
Winchester, capital de inglaterra
La historia de la capital del Reino de Inglaterra antes de la llegada de los romanos a Britania se remonta a una época en la que el territorio estaba habitado por celtas y otros pueblos nómadas que dependían principalmente de la caza y la recolección para subsistir. Tras la conquista romana de Gran Bretaña, el territorio se dividió en varios reinos que competían constantemente por el control de las fronteras.
Con la retirada de los romanos hacia el año 410 d.C., los jutos, anglos y sajones de las actuales Dinamarca, Alemania y los Países Bajos, aprovecharon la oportunidad para conquistar los territorios de los reinos independientes. En el siglo IX, estos reinos estaban bajo el dominio del rey Alfredo, que derrotó a los vikingos daneses y se convirtió en rey de Wessex, estableciendo Winchester como su capital. Sólo en 1066, tras la victoria normanda de Guillermo el Conquistador, se trasladó la capital a Londres. Ahora que ya sabes cómo Winchester llegó a ser la capital del Reino de Inglaterra, vamos a ver tres datos interesantes sobre la ciudad que probablemente no conocías.
Los misterios de los sarcófagos mortuorios de la catedral de Winchester
La catedral de Winchester es una de las más grandes de Europa y ostenta la mayor longitud de todas las catedrales europeas. Fundada en 1079, abarca varios estilos arquitectónicos, desde las enormes bóvedas de la cripta normanda hasta la ornamentación de las capillas renacentistas y la nave gótica. Pero más allá de la arquitectura, la intrigante y misteriosa historia de la catedral tiene que ver con los ataúdes mortuorios que alberga en su interior.
Al principio se supuso que los cuerpos contenidos en los sarcófagos, los restos óseos de famosos reyes, nobles y obispos anglosajones, pertenecían realmente a la persona correspondiente indicada en cada sarcófago, pero pronto se demostró que esta creencia era errónea.
El asunto es mucho más complejo y adopta distintas interpretaciones en función del paso del tiempo y de las figuras episcopales al frente de la catedral, ya que, por supuesto, al tratarse de artefactos históricos, toda decisión debe estar legitimada por el protocolo.
Amplios estudios arqueológicos han demostrado que los huesos contenidos en los sarcófagos se habían mezclado, por lo que resultaba imposible identificar con certeza a quién pertenecían los cadáveres. Según los informes, hacia 1158 se cometieron errores al abrir los sarcófagos y se sustituyeron los huesos de reyes por los de obispos y viceversa. Más tarde, en 1642, durante la Guerra Civil inglesa, los huesos fueron saqueados y devueltos a los ataúdes años después por los lugareños.
Tras estos sucesos, en 2012, un equipo de antropólogos reabrió los ataúdes por primera vez en décadas y, gracias nuevas técnicas de investigación, reconstruyó al menos 23 esqueletos parciales, poniendo en entredicho la creencia anterior de que los féretros contenían los restos de no más de 15 individuos. Entre estos descubrimientos se encuentran los restos de una mujer madura, posiblemente la reina Emma, y dos esqueletos juveniles de ascendencia real.
Los resultados de la investigación se han presentado en una exposición en el interior de la catedral, "The Kings and Scribes exhibition", donde es posible seguir todas las etapas del proceso de estudio y aprender más sobre la historia de la Edad Media en Inglaterra.
¿SABÍAS QUE Jane Austin está enterrada en Winchester?
Jane Austen es una figura emblemática de Winchester. La famosa autora de obras maestras de la literatura como "Orgullo y prejuicio" y "Emma" murió en esta ciudad de Hampshire en 1817. En un rincón de la nave izquierda de la catedral de Winchester, no lejos de la entrada, reposan las reliquias de Jane Austen, y en su lápida se pueden leer unas palabras en su conmemoración, pero ninguna mención a su actividad como escritora, como consecuencia de la falta de reconocimiento público de los méritos a la figura femenina fuera del ámbito doméstico.
En 1870, por iniciativa de su nieto, se añadió una placa de bronce para rendir homenaje público a su talento literario, y en 1900, tras una suscripción pública, se colgó encima de la placa una ventana decorativa en la que se puede ver la imagen de la escritora, reconociendo así por fin su talento y sus dotes literarias. Para todos los amantes de la literatura, la visita a este lugar en honor a la memoria de esta gran escritora es obligada.
La Mesa Redonda del Rey Arturo
Una réplica bajomedieval de la legendaria mesa redonda del rey Arturo se expone en el Gran Salón del antiguo castillo de Winchester. Construido en 1067 como importante fortaleza real, el castillo sufrió daños durante la Guerra Civil. Hoy sólo se conserva la "Great Hall", en su día centro administrativo de la corte y ahora accesible al público interesado en la mitología artúrica.
Según una antigua leyenda del siglo VI, la famosa mesa redonda se encontraba en Camelot, donde el Rey Arturo se reunía con sus valerosos caballeros para discutir sus próximas hazañas. Con el paso del tiempo, el mito se enriqueció con diversos elementos, como la espada en la piedra o el legendario mago Merlín, adoptando diversas adaptaciones, sobre las que puedes saber más en el artículo de Speak Up King Arthur: The legend of Camelot.
Se dice que en una ocasión, cuando los caballeros estaban alrededor de la mesa, el Santo Grial se manifestó ante ellos. En un principio se pensó que la mesa databa de este periodo, pero investigaciones más recientes la sitúan en el siglo XII. La hipótesis más plausible es que fue construida en 1290 por el rey Eduardo I, que reinó a finales del siglo XIII y principios del XIV, para celebrar el matrimonio de sus hijos.
Si viajas a Winchester y quieres transportarte a la época de la caballería y la magia, la visita al Gran Salón es obligada. Aquí encontrarás colgada en la pared la famosa mesa redonda que representa las épicas leyendas artúricas.